Las estrategias de marketing digital no son soluciones mágicas de las que vemos resultados en un corto plazo. Es necesario un conocimiento profesional y académico para alcanzar el éxito en este terreno.
Las estrategias de marketing digital como aliadas en la nueva normalidad
Las estrategias de marketing digital no son una novedad por sí mismas. Tanto el concepto como sus aplicaciones ya llevan varios años entre nosotros. Sin embargo, la necesidad de recurrir a estas había sido un pensamiento renuente y escéptico entre muchas organizaciones.
Con la pandemia global del covid-19, el marketing digital se convirtió en el salvavidas de aquellas empresas que, hasta el momento, solo lo habían visto como una herramienta complementaria dentro de su estrategia.
Los eventos deportivos, corporativos y musicales son un claro ejemplo de cómo un importante sector de la economía tuvo que hacer una transición precipitada hacia lo digital a través de la creación de nuevos formatos. Únicamente tenían dos opciones: incorporar el marketing digital dentro de sus objetivos como organización o cerrar el negocio definitivamente.
Adicionalmente, las redes sociales también aceleraron su inminente evolución hacia tiendas virtuales, pues, junto con las aplicaciones móviles, se convirtieron en las aliadas de millones de personas que debían seguir su vida sin salir de casa.
Eso sí, después de los resultados obtenidos, las organizaciones finalmente vieron el marketing digital como una opción eficaz para acercarse a clientes cada más digitales en escenarios impredecibles y tiempos de plena incertidumbre.
Por esta razón, Sergio Cuervo, Magíster en Administración y especialista en Sistemas y Tecnologías de la Información, propone algunas recomendaciones para las empresas y emprendedores que deseen diseñar estrategias de marketing digital en esta “nueva normalidad”:
- El marketing digital va más allá de una página web y perfiles en Facebook o Instagram. Lo primero que se debe tener en cuenta es la claridad en el modelo de negocio y los canales más adecuados que abarcará.
- Tener una propuesta de valor clara y definida.
- La concepción de clientes homogéneos y con los mismos hábitos de consumo solo por pertenecer a un grupo generacional común es una visión precaria y obsoleta. Por ejemplo, en el caso de los mileniales, existen subgrupos de consumo con diferencias radicales entre sí.
- La buena experiencia del cliente es un valor que debe permanecer en la transición hacia lo digital. Además, una buena experiencia de compra no se limita solamente al pago del producto y la recolección del mismo.
- Detrás de cada objetivo digital, hay una inversión de dinero. El posicionamiento en buscadores y redes no siempre es gratuito.
- Debe haber una evaluación constante de resultados. Una oportuna medición, a través de las diferentes herramientas analíticas, permitirá identificar fallas y aciertos que serán claves en la toma de decisiones.
- El marketing digital, al igual que el tradicional, mantiene unos pilares fijos: no es solamente comunicación, también es producto, precio, distribución, procesos, innovación.
Las estrategias de marketing digital no son soluciones mágicas de las que vemos resultados en un corto plazo. Es necesario un conocimiento profesional y académico acerca de las dinámicas y tendencias del marketing digital, aunado a un trabajo constante.